Todos los domingos parecen iguales, "hay que cambiar de rutina" lo he dicho y me lo han dicho, pero me he convencido en que a veces no importa si sigues un horario, si el Domingo es: ir a misa, después al súper, comer con la familia, visitar a la los abuelos, llegar a hacer tarea, cenar temprano, esperar tu turno del baño y dormir y despertar el lunes. La vida es un ciclo, y constantemente trotamos en círculos rutinarios, pero cada día tiene su sabor, cada día tiene su toque, su olor, cada día podemos ser "otra persona" cambiando actitudes, cambiando "ojos para ver las situaciones con otro ángulo o perspectuva, los detalles, las sonrisas, los imprevistos, los accidentes, las personas que vamos encontrando son las que marcan cada día como diferente.
Y me impresiona como los momentos JAMÁS se repiten, jamás. De los momentos que he vivido y me gusta recordar he intentado volver a vivirlos: juntar a exactamente la misma gente, en el mismo lugar, haciendo lo mismo: cenar, bailar, etc.. pero no es lo mismo, a veces se crea un nuevo momento por recordar después y a veces nada, solo pasa.
¡En fin! c´est la vie! et n oubliez pas jamais que la vie ne droit pas être parfait pour être merveilleuse.
pd: No te alebrestres, claro que es excelente cambiar de actividades y probar cosas diferentes, pero no te quieras comer el mundo en un sábado.
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