lunes, 24 de septiembre de 2007

Gajes del oficio (1)

Lunes 24 de Septiembre, Juliana sube a un vehiculo diplomático, no puede contener la emocion pero disimula, no vayan a pensar sus acompañantes diplomáticos por excelencia que es una novata con poca experiencia. El chofer abre las puertas, salimos del estacionamiento. Entre los tripulantes cruzamos palabras de “que buen día hace hoy”, “el tráfico de esta hora”, Nadie enciende el radio, nadie canta, en fin diplomacia y serenidad.
“¿Vamos por buen camino J? “
“Sí I.. y llegaran puntuales a su cita.”
“ ¡Ah perfecto!”
Para mi rescate comienzan a sonar una sirena que va tras nuestro vehiculo
“¡Ay pero qué puede ser! Si ni a exceso de velocidad…!” Dijo I..
J… muy preocupado “no sé no sé”
Pensé como cansada: "placas diplomáticas"

J orilló el vehículo, bajó el vidrio y preguntó cordialmente al oficial de qué se trataba
“Esas placas qué o qué” Preguntó el oficial burdamente.
“SRE secretaría de relaciones exteriores, son placas diplomáticas.” Explicó I…

el oficial nos miró con cara de incredúlo y habló en defensa “No nací ayer, no existe tal cosa, bajen del vehículo, deje vidrios abajo y puertas abiertas, caminen hacia la banqueta… compañero (por el radio) tenemos un sre35, no se que m!ª·@ es eso, ya les dije que se bajaran, esta rara la troca” y luego dirigiéndose a J le hizo un ademán con la cabeza indicando que se metiera a la patrulla, J asustado obedeció después de ser esposado casi por voluntad propia. Yo interferí diciendo que no lo hiciera, que estaba cometiendo un error, que tuviera paciencia y le mostrábamos los papeles necesarios, me volteó la cara “No hablo con usted señorita” Y su pecho se agrandó de orgullo, pensando tal vez "que buen trabajo estoy haciendo, por esto si me remueven" metiendo a la vez a J... a la patrulla.
I… miró su reloj, metió la mano en su bolso, a punto de sacar su celular, interviene el oficial y dice “Ni lo intente pierde su derecho a una llamada”
I… hizo un gesto de incomprensión e intolerancia, no pudo mas y comenzó a gritarle, cosa que me sorprendido jamás la había visto tan fuera de sí era ella la magnánima perfectísima elegancia, cada movimiento, gesto, ademán sonrisa estaba medido, así cada palabra, nunca perdía el equilibrio y la paciencia; pero esta vez gritó, “Mire señorito tenemos inmunidad, por eso son estas placas, no íbamos a alta velocidad, no somos foráneos, pagamos la tenencia…. Y más…” Desgraciadamente el oficial era tan terco, y un personaje tan chistoso que la historia se alargó, y visitamos lugares por papelería indignos de contarse por aquí.

En Fin, no llegamos tan tarde a la entrevista donde habíamos citado, en la secretaría que por cierto era de lo más rural pero esa es otra entrada.
El día 24 de septiembre Juliana se subió a un vehiculo diplomático, y nunca olvidará ese día.


Nota: Los detalles han sido omitidos por cuestiones obvias.

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